En la categoría planes navideños con enanos es un clásico desde hace muchos años ir a Cortylandia. El año pasado Claudia era un poco pequeña para el mogollón (o quizás no tanto)... El caso es que ha sido ahora cuando hemos recuperado esta tradición... Y en eso lo vamos a convertir... En tradición, mientras Claudia quiera claro...
Nos levantamos tarde, metro al centro (esto ya es mucha emoción), montañas de gente, montañas de globos (conseguimos no comprar ninguno... Pueden ser más caros???? Y pueden ser más cutres los disfraces de los que los venden/regalan por la voluntad???) y el enano a hombros... Y ale, a esperar a que empiece el espectáculo... Una historia que se suele oír de culo y es bastante infierno pero que acaba con la canción de Cortylandia, que todos nos sabemos desde hace ni se sabe y que los niños se aprenden en la primera escucha... Claudia la estuvo cantando sin parar durante horas...
Este año la historia iba de hadas y como Claudia flipa con las hadas... Campanilla y toda su tropa, pues le vino al pelo... (Campanilla y el secreto de las hadas fue su primera película en el cine y le encantó...)
¿Quién compondría la canción de Cortylandia que todos seguimos cantando año tras año y no pierde vigencia jijiji?
El plan se complementa con un paseo por la plaza mayor viendo los puestecitos, aunque nosotros no llegamos a tanto porque teníamos que recoger las cosas de la San Silvestre. También puede complementarse con un bocata de calamares, aunque en nuestro caso creo que los sustituiremos por una visita al Burger... (Es que a mi los bocatas de calamares de la plaza mayor me saben a panceta y me dan mucho coraje)...
Y vuelta a casa destrozaditos... Bravoooo...
La próxima semana os cuento la San Silvestre, eso sí que es un planazo... Y también faltan los reyes...
Besos
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